ORGANIZACION MUNDIAL POR LA PAZ OMPP WOFP Ginebra, Suiza 05.11.2007
Una pregunta permanente que nos hacen es el por que insistimos que es necesario un programa cultural universitario a favor de la Paz, como también por que proponemos que el mismo sea desarrollado de inmediato a lo largo del planeta con el apoyo de todos los gobiernos miembros de la ONU y el aporte de los privados, basado en la primera universidad de la ONU de Ciudad Colon de Costa Rica y adaptable a cada idiosincrasia y cultura. Es que la historia de la humanidad nos ha enseñando demasiado, donde en cada una de sus paginas podemos vislumbrar tristemente un error de comportamiento del hombre, el que se repite consecutivamente en todas las épocas, encontrándonos con el sabor amargo que nos hace descubrir a nuestros antepasados actuando de la misma manera y tan similar como lo vemos en el presente, donde no podemos entender el por que, el hombre continua ignorante, donde en variadas y repetidas situaciones en el correr de los tiempos parece no asimilar su crecimiento y continua despreciando a su semejante hasta el punto máximo de buscar la destrucción y el exterminio, lo que es en realidad, su propia destrucción a la que el atenta, sin lograr descubrir lo tan simple, que somos todos una sola familia que vivimos bajo un mismo techo y que nuestros lazos sanguíneos con el ADN, muy pronto nos hará descubrir la familiaridad que nos une desde los principios y que ignoramos…
Conocemos que dentro de la familiaridad, es lógico que exista la diversidad, la que está basada en estilos, formaciones y culturas, que ponen de manifiesto la gran capacidad humana que es infinita, lo que no se puede comprender es que no la sepamos aprovechar para vivir organizados y armoniosamente en Paz. Todo surge en los desacuerdos que rápidamente se transforman en conflictos, que por lógica se suscitan entre diferentes partes, poniendo cada una de ellas una postura personalizada, en la que afirma ser el única poseedora de la razón, la que siempre y de manera encubierta, viene acompañada por intereses creados, a veces cargados de desabordadas intenciones ambiciosas y colmadas de un solo y único afán temporario, el ser poseedor del poder. Hechos permanentes que han postergado el avance de la humanidad, por simples intereses que beneficiaron a pocos y malograron la vida de muchos.
Estos desencuentros que el hombre tiene en su sociedad, que se los denomina desacuerdos, donde en la mayoría de ellos, no se recurre normalmente a la sabia paciencia que es la que siempre da tiempo a soluciones pacíficas y coherentes. Por lo que ha optado por lo mediático, utilizando el uso de la fuerza, la que aleja al hombre de su propia esencia, ya que esta es solo el origen de las bestias, donde por esta vía siempre se empeora la situación, terminando con resultados trágicos, con saldos de victimas inocentes y daños irreparables, lo que luego de cada conflicto las partes retornan al punto inicial, el diálogo para reacomodar los escombros, asistidos por la clínica de la diplomacia para sellar las heridas que esto ha dejado, la que en muchos casos después de una confrontación, perdura el odio y los rencores por varias generaciones, postergando una vez más los tiempos de avance de la humanidad y desterrando la palabra más sagrada, el amor por los semejantes.
En el momento de una confrontación violenta, la justicia es la primera víctima fatal, ya que pierde su poder de regir la justa imparcialidad, mientras que la injusticia se transforma en la soberana. El bienestar general y la dignidad humana se distancian de poder ser alcanzada, los derechos humanos allí son una simple ilusión imposible de ser respetados. Mientras los hombres se asocian entre si para destruir a su propio hermano, conocido o desconocido, lo que parecería que puede demandar milenios en poder alcanzar la Paz anhelada por la mayoría, cuando en menos de veinticuatro horas se hacen fusiones y acuerdos, los que logran poner en marcha una guerra y aliar tropas para la destrucción masiva, multiplicando el error que detrás de el rotulo del título guerra, va la palabra mundial….
Sabemos claramente que el hombre utilizó desde sus orígenes el uso de la fuerza para hacer valer su derechos y lograr alcanzar sus necesidades, ya que enfrentaba primitivamente a los animales salvajes que lo ayudaban a sobrevivir, donde no distinguía entre lo que era enfrentarse con bestias u hombres y allí empezó la confusión. La ignorancia humana de esas lejanas épocas, le hacia entender al hombre, que es un sobreviviente sobre el planeta, por lo que en primer lugar, siempre ha estado por delante al igual que los animales, su propia subsistencia.
Hoy es diferente, hemos crecido en el largo camino de la humanidad, el hombre ahora cuenta con una base de conocimientos concretos y formatos preestablecidos para distinguir con claridad entre el bien y el mal, como debemos comportarnos y cuales son los verdaderos parámetros de una nueva sociedad, especialmente en referencia a quienes en estos momentos digitan las guerras y otro tipo de confrontaciones, lo mismo el terrorismo fantasma, que entre todos sabemos que no existe la inconsciencia en todas estas formas directivas, de los que se sienten regidores de la vida, y los que nunca lo serán. Por lo que si sabemos, es que allí está la premeditación criminal, en la que se basan todos estos actos que atentan siempre contra la vida humana. Desconociendo que una sola vida, es un mundo de continuidad.
El hombre ha tenido la fortuna de recibir un cambio rotundo que le dio sentido y orden, con los sagrados mensajes religiosos por medio de los profetas, los que ofrecieron nuevos parámetros al hombre para la buena marcha de la humanidad, los que bien interpretados, son la base principal de los derechos del hombre y el respeto a sus semejantes, dando pié a una sociedad organizada, que se fue sucediendo a lo largo del planeta a favor de establecerse una base justa, para que el hombre alcance la Paz y su armonía humana, digna y necesaria, para mantenerla como un primer principio, con la cultura de la verdad y el respeto del hombre por el hombre.
A todo esto hoy los medios de comunicación, formaron un nuevo encuentro multicultural, donde los conocimientos y desplazamientos son inmediatos y acelerados, los que a veces llegan al hombre sin bases preparatorias, para ese valioso encuentro de la humanidad, ya que el hombre está descubriendo al desconocido sin invasiones o imposiciones, términos que serian lo justo. Lo que vemos, es que el hombre todavía no se encuentra preparado en todas las regiones de la tierra para poder entender y tolerar otro color de piel o un nuevo timbre idiomático que no es el suyo, un comportamiento cultural diferente u otra religión. Allí llega la intolerancia y la discriminación, aumentando el nivel de ignorancia hasta en los más preparados culturalmente, donde los discursos para afuera son unos y para adentro otros totalmente diferentes. Esa es la base de crecimiento que le falta a la humanidad, la verdadera comprensión que es el mejor camino a la coexistencia pacifica y la convivencia armónica del hombre, para ejecutar el claro compartimiento, el que solo funcionará, con planes culturales precisos y bien coordinados.
Por ello es inminente que el mundo cuente con Centros de Estudios por la Paz, uno en cada región de la tierra, insertado en todos los ámbitos estudiantiles, para formar una nueva generación la que podrá crecer con capacidades pacificas y competitivas, para ampliar mayores conocimientos permanentes a favor del crecimiento de nuestra humanidad. Esto se debe instruir desde la infancia hasta los máximos niveles estudiantiles, hasta lograr los másteres por la Paz, como promociona la Universidad de la Naciones Unidas de Ciudad Colon de Costa Rica, la que fundara su presidente emérito el Dr. Rodrigo Carazo en 1981 y la que puede ser el modelo adaptado a diferentes idiosincrasias y culturas. Por ello acentuamos el papel inmediato de formar a los universitarios, ya que estos son los próximos profesionales que tienen la responsabilidad de la conducción de la población masiva, lo que en sus responsabilidades a asumir, estarán basadas en un programa cultural, pacífico e inteligente, que servirá a dirigentes, empresarios, hombres de la función pública y hasta de ellos surgirán nuevos gobernantes responsables, para regir los destinos de la humanidad, los que con una cultura de Paz adquirida, tendrán nuevas teorías para poner de manifiesto, ajenas a cualquier tipo de confrontación, ya que estos estudios forman a una generación humanamente pacífica y constructiva. Estos programas existentes, los que las instituciones educativas de cada estado o ente privado, podrán mejorar permanentemente, para enaltecer el valor del hombre sobre la tierra y destacar sus capacidades, sin necesidades que el deba demostrarlas haciendo uso de la fuerza salvaje, lo que solo deberá quedar como referencia en los museos de la memoria, como los mas graves errores del pasado y del nunca jamás de volver a repetirlos.
Por ello Señor Kofi Annan, usted que tanto ha luchado pacíficamente por favorecer el buen encuentro entre los pueblos del mundo, que es el mejor camino al bienestar general de los hombres de esta tierra, es por lo cual recurrimos a usted con la Organización Mundial por la Paz, que es un organismo que cumple la labor con sus miembros voluntarios, formado por periodistas de diferentes países que integran el Consejo de Comunicadores, con un Consejo Superior Interreligioso que es representado por Ministros de diferentes Religiones y Cultos reconocidos, además de un Honorable Consejo Asesor, el que es representado por Notables Ex Jefes de Estados, que entre todos, con el deseo de servir desinteresadamente, es por lo que estamos propuestos a difundir y promocionar ante los gobiernos del mundo e instituciones privadas, esta propuesta, en la que cada país, tenga una o más Universidades por la Paz.
Nuestra humilde presentación, esta enfocada a la vez, de cambiar los libros que hoy siguen educando y enseñando como hacer la guerra, por otros nuevos con grandes estrategias, que sirvan, para alcanzar la Paz.
Carlos Peralta Presidente Organización Mundial por la Paz OMPP WOFP
Ginebra Suiza, 5 de Noviembre de 2007
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